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olvido

frígido,
una mujer toma café a orillas de un río
dormido,
somnoliento,
los párpados caídos son hoyos

tu hombre no te mira porque él está vivo.

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inside

dos manos pintan imprimiendo huellas que arrancan con filamentos de sus dedos
que no despegan, que golpean paredes,
que expulsan el olor de la tempera entre las manos.

– hay que cortar piel y hacer el collage pegando la carne viva. entonces el rojo de tus manos recordara el rosa de tus huellas impresas en la carne de un venado salvaje que una vez se atrevió a huir de la tienda de verano de aquel campamento inglés en el que te ahogaban tus padres –

se enfrian las huellas, se pegan las manos
pesadez del concreto…
estás pegada, y te duele

y te quedas llorando en la pared,
y oyes como se desvanece tu respiración.

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el fuego

estira sus brazos y atrapa una estrella,
y lanza sus ojos al mar,

– maté un pajarillo saltando sobre él
y queme una estrella en su corazón
era azul y amarillo;
y pintaba,
y cantaba,
y silbaba,
ya no canta más –

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el sombrero

siempre una respuesta a una llamada no marcada
una voz que no escucha
¿porqué lo escuchas?

el sombrero hecho de paja es tragado por un niño
y se atraganta
y yo sonrío
vagamente.

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monólogo de la actriz al frente

la actriz al frente .- me han herido. sí, pero estoy viva.

la mujer en su cama peina sus cabellos con el sol. la mujer en su cama llora su tristeza sobre sábanas, sobre una muñeca antigua con rostro de porcelana a la que abraza en su regazo aferrándose a una existencia que no le es adecuada –

lágrimas
olor de la madera de sauce llorón
el sauce es llorón,
el sauce también llora en la habitación,

la actriz al frente .- ¿y las brasas?

¿la luz del sol?

El rostro levemente iluminado oculta una lágrima que se desliza. La luz se apaga.

La habitación es fría, frío el baúl que muestra un patíbulo de muñecas de porcelana.

sólo una reside en su regazo bañada en lágrimas.

la actriz al frente .- se alista frente a un tocador a media mañana. Se mira en el espejo y desde el reflejo saluda con el desayuno de panqués y croquetas con miel y jugo de naranja, a aquella que permanece postrada en la cama.

Su rostro le muestra un par de arrugas.
Sonrío, cómplice de mi madurez. Me miro.
Me miro sentada en la cama.

Se peina.
Peino los nudos sobre mi espalda.
La muñeca duerme una siesta en mis brazos.

El espejo de mi baño, en un edificio del centro, oculta tres frascos.

la actriz al frente .- esta noche te quiero sueño.

esta noche sonríe feliz feliz frente al espejo
pueden dormir en silencio.

un frasco blanco,
tijeras sin brillo,
sangre en el reflejo de un cuerpo
el silencio de un edificio ardiendo

la actriz al frente .- yo, soy su reflejo.

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juego

adriana juega con porcelana
trenza sus cabellos de lana,
observa sus labios:
brillan;
juega con ojos de plata
pinta, disfraza,
se limpia en las sábanas
lleva un vestido como el verano
el sol entra por su ventana
y empuja un fulgor atolondrado

ariadna cubierta por un camisón osado
los dedos ricotones sobresalen asustados
(los pies siempre descalzos, la loza fría en la piel:
sonríe en el baño)
triste triste
ahoga el ule de un pato en el agua
disfruta el frío cortando la piel
la aspereza en su espalda
la bañera incomodando el cuello reposado,
el pato que pasea sin tocarla

adriana corre a la cama
asustada
huye del viento
sumergiéndose entre sábanas blancas
– protección:
denominacion sustantiva del calor del algodón en contacto con sus pies,
la muñeca que aprieta en el pecho creyendo que puede salvarla –
no se mueve
no respira
el temor que atrapa entre sábanas
cuerpo desnudo,
viento helado

ariadna respira bajo el agua
soñando Bach en la habitación de su hermana
respira el agua
sus ojos botan estrellas bajo una navaja de filamentos que sobresale entre sus venas
humedeciendo el agua

jugando con sus muñecas,
dos niñas sueñan que son muñecas

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