diciembre 30, 2006

Este fin de año huyo a mi playa imaginaria, con olor a sal por la tarde, con la esperanza de que pasado el fin de año siga queriendo que regrese el chocolate butterfield… meto mis pies en el mar, miro la puesta de sol de hace varios años, como lo llevo haciendo desde hace tanto, pero con una leve y escondida sonrisa de estar y no estar en mi propio recuerdo.

Mi mami apurando el árbol de navidad que nunca está a tiempo, el desastre multicolor de mi nacimiento, las tardes de infierno del Trigal, la desesperación del regalo de intercambio, el relax de todos los intercambios, las llamadas de red ocupada después de la medianoche, el árbol de parque Kennedy y la bulla de Larco y Benavides, los cafés con las mil personas que no veo en todo el resto del año, las indirectas de los regalos de navidad, las galletitas de los regalos de empresa, las lucecitas de las calles de Chacarilla, mis amigas flaquísimas comiendo panetón sin parar, mi afán sin quórum por el chocotón, mi padre huyendo a Polvos Rosados, mis veinte paseos por Phantom, mis planes indecisos de año nuevo, el champagne con fresas, las margaritas del chilis de las tres amigas que tampoco me ven nunca, el aturdimiento frente a los bikinis, el pavo (obvio), y los mil días de pavo después de navidad, la mañana flojísima del 25, la compra tardía de uvas y la desesperación por lograr hacer entrar todo en un cooler mas chico que lonchera escolar, la noche que se convierte en dia con sonido de olas y olor de sal… y lo de siempre: darme tiempo entre compra y compra para mirar el mar, antes de caminar de vuelta a casa.

39/152… para Susy

diciembre 15, 2006

Me asombro de que valga tan sólo 0.80 centavos la lejanía de cada persona que me es familiar aquí. Familiaridad de quien me conoce, y me dice te acuerdas de…?, con una respuesta que no necesito buscar en mi memoria, familiaridad de no tener que hablar, de saber cuál es mi lugar, de que me conozcan más que yo misma. Tal vez por eso cabe, en este caso, más un colectivo cotidiano que un adiós en Ezeiza. Sólo me queda esperar que apenas sea un chau hasta que vuelvas a casa, y que no pase tanto antes de recuperar mi vida… si es vuelvo a encontrarla algún día.

sentimental journey

diciembre 15, 2006

Yuki

gracias So., en primeros intercambios musicales… genial!