porcelana.

abril 6, 2007

como tiesas bailarinas, decía oscar malca, revelamos nuestra fealdad, y giramos y giramos para ser vistas bellas. máscaras, vestidos y poses de una femineidad cada vez más costosa cuando los años pasan y las cicatrices se hacen notar. dicen que la rotura de una de las piezas de la vajilla arruina la colección completa. yo que ahora vivo entre mujeres, cual bernarda de alba sin posibilidades de adela, empiezo a descubrir la belleza en la tosquedad de estas cicatrices, en cada historia retocada para no ser vista, en la persistencia de seguir dando vueltas sin cesar, aún mirando el propio reflejo en los pequeños espejos.

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