Crecer duelen, dicen.

May 12, 2007

no te llores…

y si fuera Alicia no comería ni tomaría nunca nada. ni chocaría nunca mis zapatos, ni volvería volando en un barco, ni cerraría los ojos al sol, ni dormiría ante el fauno.

y quién dice que no me puedo llorar?

——

(recién puedo escribir):

hace un mes, un poco más, una llamada removió ciertas cosas que casi siempre procuro no ver, supongo que es lo que hace ese nuevo espacio vacío que provoca la muerte de un amigo. no importa cuan grandes, desapegados y prácticos creamos ser, no importa cuan alejados de esa persona creamos estar… la muerte nos toma como un viento frío, nos quita la respiración, y nos dice que ése es un soplo de aire que no podemos recuperar… el aliento se nos va, y así, sin razón alguna que pueda calmar mi obsesiva racionalidad, me queda un suspiro doloroso que sé que no podré llenar. toca aceptar, mover la cabeza y seguir, nada más.

una semana después empiezo a asumir que no regresaré a casa. no quiere decir que no regresaré a Lima, sólo que no regresaré a casa. mis cosas no estarán del modo en el que las dejé, ni mucho menos mi mundo. mi madre tendrá una vida aparte, mi padre también. mi casa de fin de semana no lo será más, aún no sé que será de mis labradoras que tal vez no me reconozcan ni me ladren. toca aceptar, mover la cabeza, mirarlos con cariño y seguir, nada más. escucho a mi eterno ex decirme que se enamoró, en el mejor estilo de woody allen, y me doy cuenta que tanta movida de cabeza me está dejando de doler… porque sus palabras, como tales, pasan tranquilas, sin matarme ni herirme, como pensé siempre que lo harían. me doy cuenta que yo también cambio, mi cuello es un tanto más flexible… miro, muevo la cabeza y sigo, nada más. ¿así debería ser?

tal vez crecer es asumir también esta flexibilidad, saber que te tocará mover la cabeza así muchas veces más, como hoy, mirar con cariño siempre, asumir que todo cambia, saber que ciertas limitaciones nuestras también cambian, que somos mas fuertes de lo que creemos, que tengo que ser más fuerte de lo que a veces creo, o quiero… que ni el río será el mismo, ni yo seré la misma después de 5 segundos… no?

supongo que eso es irse, supongo que eso es crecer…

ningún camino amarillo tiene vuelta, me toca mover la cabeza, mirar, seguir…. y decidir si comer o beber… porque no puedo evitar crecer, aunque joda.

y sé que a pesar del suspiro tengo que volver a respirar…

pero hoy, con toda la tranquilidad, me da por llorar.

no te llores, dicen… y quién dice que no me puedo llorar?

Deja un comentario